Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el medio ambiente es buscar una solución viable al plástico, un material que tarda entre 100 y 1.000 años en degradarse. Por ese motivo, hace unos años investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrieron que los gusanos de la cera (Galleria mellonella) tienen un componente en su saliva que permiten deshacer el plástico.
En esta área de estudio, en el cual se pretende la degradar el plástico mediante medios biológicos, se ha logrado un proceso conocido como biodegradación. Este nuevo desarrollo se asocia a microorganismos como bacterias y/u hongos. Sin embargo, pocos de ellos son capaces de destruir las moléculas de plástico resistentes.
Por todo ello, el gusano de la cera supone un cambio para ayudar a desarrollar un proceso de sostenibilidad ambiental. Este insecto lepidóptero que se alimenta principalmente de la cera de las abejas podría ser la solución. Hace un par de años se descubrió la extraña habilidad de este gusano para descomponer el polietileno. Actualmente, los investigadores del CSIC han descubierto cómo lo hacen y es que su saliva tiene unas enzimas únicas para descomponer y oxidar las moléculas de plástico en poco tiempo. Además, los científicos hallaron dos proteínas que las nombraron Menetra y Ceres, pertenecientes a la familia de las enzimas fenoloxidasas.
En la investigación quisieron hallar porque los gusanos tienen esas enzimas y es que los fenoles son moléculas que las plantas usa como defensa contra los enemigos potenciales como puede ser las larvas de insectos. La cuestión es que pueden producir esas enzimas fenol-oxidasas para oxidar los fenoles de las plantas y así neutralizarlos, lo que les permitiría alimentarse sin peligro.
Y como estos fenoles tienen compuestos con una estructura semejante a los aditivitos del plástico, los gusanos con su saliva son los candidatos para acabar con estos residuos.
